Los originales de imprenta se realizan para poder llevar a cabo impresiones en grandes cantidades y ser los moldes o bases para la impresión final. Todo se realiza en el proceso previo a la impresión que es conocido también como preimpresión.
La preimpresión consiste, en primer lugar, en la optimización y tratado de los textos a imprimir. Estos deben tener el estilo, diseño y tamaño adecuado y ocupar el lugar que se quiere dentro del margen del papel. El siguiente paso será ensamblar los textos e imágenes en páginas completas y poner éstas en pliegos para poder adaptarlas a la forma de la impresora. Finalmente, obtendrás los fotolitos, con lo que se quiere imprimir y aparte, las formas de imprimir que pueden ser planchas, pantallas u otras.
Para poder tener los resultados de impresión deseados se debe comprobar que los nombres y las referencias a los colores sean los adecuados. Si esto no ocurriera a la perfección, el problema será que tendrás colores incorrectos en el producto final. En el caso de tener colores metálicos, éstos deben tener nombres distintos de los mismos colores en versión no metálica. En este paso, la precisión es muy importante.
Los dobleces deben ser señaladas siempre fuera del área de impresión con una línea punteada. Después de terminar estos dos procesos se tiene que hacer una impresión de prueba para estar seguros de que los colores elegidos son los colores que se van a imprimir.
Antes de guardar el archivo final se debe eliminar todo lo que no se usó. Esto incluye todos los colores que no se usaron en el archivo y también las páginas que no son necesarias o que no fueron utilizadas.
Antes de enviar el trabajo a la preimpresión, debes pedir que se revisen las pruebas de color. En caso de tener fotos de gran importancia (como para catálogos de productos) no sólo se debe revisar el color, sino también, la luminosidad. En el caso de que sean libros debes pedir una maqueta para comparar el ancho del lomo del libro que se espera obtener.
Es muy importante que estés atento a la preimpresión y al original de imprenta, porque depende de éste la calidad de la impresión final.
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