Para hacer un pedido de tarjetas de visita a una imprenta es necesario tener en cuenta algunos aspectos.
Lo primero tienes que decidir el tamaño de la tarjeta. Lo más recomendable es siempre escoger un tamaño estándar ya que entra en los espacios para tarjetas que en general tienen las billeteras y en algunas bolsas o carteras. Según el caso, a veces será necesario pedir más grandes (se recomienda evitarlas por ser más incomodas) y en otros casos se pedirán más pequeñas, aunque igualmente éstas tampoco son muy recomendables, ya que pueden perderse o parecer de menor importancia.
Otro aspecto que tienes que tener en cuenta es el color. Si lo que buscas es que las tarjetas sean lo más baratas posibles, entonces lo más recomendable será pedirlas sólo en blanco y negro. Si el aspecto y presentación de la tarjeta es lo que tiene más peso en tu decisión, deberías ver si poner color a las tarjetas se convierte en un beneficio en ese aspecto, en algunos casos será así pero en otros no.
Las tarjetas de visita pueden hacerse con distintos diseños. Si te acercas a una imprenta que ofrezca termograbado o serigrafía (que todavía son la mayoría), podrás pedir que las tarjetas se hagan con relieve. El relieve puede utilizarse para todo lo escrito en la tarjeta o sólo en alguna parte como tu nombre o el de la empresa. Lo más común, es que esté en relieve un escudo o símbolo de la empresa en una esquina o en el centro de la tarjeta, dando un aspecto muy formal y agregando importancia a tu presentación.
Para darle un toque original las tarjetas se pueden pedir con algunos acabados especiales. Redondeadas es una buena opción para cambiar el aspecto final de la tarjeta, otra opción es cortar las puntas.
Finalmente, el consejo más importante que se puede dar para las tarjetas es que intentes pedir la mayor cantidad posible ya que su precio irá bajando conforme aumente el número pedido.