El acceso a la impresión tridimensional se popularizará aún más en 2015. Esto es, al menos, lo que afirman los expertos que analizan el sector y observan cómo este tipo de impresión se integra más fácilmente y cada vez con mayor normalidad en diferentes sectores.
Presente desde hace dos décadas
La tecnología que permite impresiones en 3D se empezó a desarrollar a finales de la década de 1980, pero no ha sido hasta hace pocos años que ha empezado a avanzar con mayor rapidez. De hecho, actualmente está casi completamente integrada en ámbitos como la arquitectura, la mecánica, la aeronáutica y, sobre todo, la medicina –una de sus aplicaciones más extendidas es la creación de prótesis médicas e, incluso, ya se investiga la posibilidad de emplearla para crear tejidos orgánicos.
En el ámbito doméstico también son más los que se acercan para conocer de primera mano las ventajas y posibilidades que ofrece la impresión tridimensional. Y, por ejemplo, una buena forma de popularizarla está siendo la creación de FabCafés, por todo el mundo. Es decir, establecimientos similares a los populares pero ya casi obsoletos cibercafés en los que, en este caso, es posible realizar una impresión en 3D de casi cualquier objeto y empleando materiales diversos.
Reducción de costes
Uno de los principales inconvenientes que presenta esta tecnología hoy por hoy es que aún no está al alcance de todos los bolsillos y no se integra en la cotidianeidad del gran público. Sin embargo, y tal y como apuntan los expertos, parece que en los próximos años casi cualquier persona que tenga un ordenador en su hogar podrá trabajar con una impresora tridimensional sin problemas.
Desde su punto de vista, la importante expansión que se ha producido en el ámbito industrial y médico ha favorecido que cada vez sean más los profesionales que se dedican a desarrollar nuevas aplicaciones. Por ello, no dudan de que, en un breve periodo de tiempo, se producirá un importante descenso en los costes de fabricación y, por tanto, se mejorará la accesibilidad y el uso doméstico.