Pero, ¿qué hay que tener en cuenta para obtener los resultados esperados en su impresión?
- El material: Normalmente se utiliza un soporte de papel ya que, además de ser flexible y económico, es el más versátil. Sin embargo, tanto las etiquetas como los adhesivos pueden estar hechos con otros materiales, como PVC o poliéster, que responden a las necesidadesdel cliente, aunque este cambio puede suponer una subida del coste de la impresión.
- El tipo de tinta que se emplea: Tanto si la impresión es en blanco y negro como si es en color, hay que tener en cuenta el soporte para elegir un tipo u otro. El objetivo es conseguir que se fije correctamente y evitar que se borre de forma prematura.
- El acabado final: Puede ser en mate, en brillo, troquelado, etc. y deberá definirse antes de iniciar la impresión para poder emplear la técnica adecuada para conseguirlo.
- El adhesivo: Puede ser permanente o removible, en función también del tipo de soporte que se emplee y del producto sobre el que se quiera situar la etiqueta en cuestión.
- La tecnología que se emplea: Se utiliza la impresión digital o en offset en función del tipo de etiqueta que se trate.
- La primera se reserva cuando se requieren tiradas cortas, de hasta 1.000 unidades, aproximadamente, y es la que permite obtener los resultados finales en menos tiempo. Igualmente, se puede usar con etiquetas que se imprimen tanto en plano como en rollo o bobina con la misma eficacia.
- La impresión en offset suele ofrecer una mejor calidad general y es más económica siempre que se imprima a partir de unas cantidades mínimas que suelen oscilar entre las 1.000 y las 1.200 unidades. Acepta todo tipo de gramajes y soportes y, por tanto, puede trabajar con tintas especiales. El único inconveniente que presenta es que se requieren varios días para entregar el producto final.
Todos estos factores permiten personalizar la impresión de etiquetas al máximo, lo que hace que los presupuestos también sean muy variables. No obstante, se puede establecer un estándar de 500 etiquetas sobre papel de 135 gr. con acabado de estucado en mate por entre 70 y 90 euros empleando impresión digital, y la impresión en offset de 3.000 etiquetas con las mismas características por un precio que oscila entre los 200 y los 250 euros.