La principal ventaja que ofrecen con respecto a otros métodos de estampación como, por ejemplo, el estarcido, es que los resultados finales son de gran calidad y, en muchos casos, resultan más económicos –siempre que exista, evidentemente, la tecnología imprescindible para poder realizar este trabajo-.
La posibilidad que ofrecen las impresoras de gran formato de estampar sobre diferentes tipos de soportes –no sólo papel o textiles- empleando diferentes tipos de tintas multiplica notablemente los usos que se le pueden dar. De hecho, las convierte en la mejor alternativa en muchas circunstancias.
Así, no sólo es frecuente emplearla para estampar grandes lonas publicitarias que, incluso, pueden cubrir superficies como la fachada de un edificio, sino que también ofrecen la posibilidad de, por ejemplo, imprimir vinilos para decorar fachadas o cristaleras exteriores.
Las vallas o los grandes banners también son uno de los mejores soportes para comprobar la calidad que ofrecen este tipo de impresiones. No en vano, las empresas que desean anunciarse empleando este formato buscan llegar al mayor número de personas posible y, para asegurarse el poder generar el mayor impacto, deben, igualmente, garantizar una estampación de máxima calidad.
Respecto al coste que pueden alcanzar este tipo de impresiones destaca que, aunque hay estándares generales, los establecimientos especializados ofrecen un amplio abanico de posibilidades para intentar adaptarse a todos los bolsillos.
Por ello, se tienen a definir el presupuesto final teniendo en cuenta varias premisas como los metros cuadrados, el tipo de soporte que sea y el sistema de impresión que se emplee. Así, por ejemplo, una estampación en color realizada en una lona de PVC de un metro de ancho por un metro de alto puede oscilar entre los 60 y los 80 euros e ir incrementando su coste conforme se aumenta el tamaño o se requieren complementos añadidos –ojales, soportes, etc.-