Bautizos, bodas y cumpleaños son las ocasiones en las que siempre tiene cabida el envío de invitaciones más o menos informales según el gusto de los anfitriones. Sin embargo, puede haber otros muchos momentos –entregas de premios, cenas de gala, eventos especiales, etc.- en los que también se requiere enviar invitaciones y que éstas sean más formales. En cualquier caso, actualmente existe en el mercado un amplio abanico de posibilidades que pueden adaptarse a todas las necesidades y a los presupuestos más ajustados.
Invitaciones informales
Las invitaciones de boda son, sin lugar a dudas, de las que más permiten dejar volar la imaginación a la creatividad de los novios. Lo único que todas deben incluir son los datos del enlace y la forma de contactar con los novios pero, a partir de ahí, la presentación puede ser de lo más tradicional –una tarjeta en un color neutro con algún dibujo discreto y un sobre liso- o apostar por diseños de todo tipo.
Se pueden personalizar con caricaturas, crear puntos para libros, juegos –por ejemplo, un puzle-, etc. y enviarlas impresas en casi cualquier soporte –pergaminos, telas, espejos, etc.- o, incluso, acompañando a pequeños detalles para los invitados. Lo que habrá que tener en cuenta es que, cuanto más personalizadas sean y más se salgan de lo común, más subirá su precio, que puede oscilar entre 0,50 euros por unidad las más sencillas hasta los 5 euros, o incluso más, las que presenten acabados especiales –satinados, relieves, telas, etc.- o incluyan algún objeto.
Invitaciones formales
Por otra parte, cuando se trata de enviar invitaciones formales, lo importante es adaptar el texto a la ocasión y apostar por diseños neutros. El tipo de letra deberá ser completamente estándar –de la familia del tipo times new roman, preferiblemente- y presentarse en color negro sobre un fondo liso. También debe incluirse el logo o las iniciales del organizador del evento junto con su nombre completo y los datos de contacto.